que insiste un poco en el "problema" de las dependencias en GNU/Linux.
Aunque no estoy de acuerdo con el argumento principal "si quieres lo último
compílalo tú mismo" (argumento elitista, el usuario "Pepe García" no sabe
compilar) y hace ya tiempo que considero la "versionitis" fundamentalmente
una pérdida de tiempo y energías es interesante como reflexión, tanto el
artículo como los comentarios sobre el mismo.
Dándole vueltas al tema estaba pensando que una herramienta cojonuda para
linux sería algún tipo de aplicación web/protocolo que permitiese buscar un
software e instalarlo en tu equipo (previa introducción de la contraseña de
"administrador") sin que el usuario tuviese que saber qué distribución en
concreto tiene instalada
La idea sería que entre el equipo y el servidor se intercambiase toda la
información necesaria (distro, versión, paquetes instalados y dependencias)
y que dicha aplicación web funcionase a modo de "capa intermedia" entre el
equipo del usuario y los repositorios oficiales de cada distribución. La
última alternativa podría ser compilar desde las fuentes en el caso de que
el equipo del usuario fuera "rarito".
Entiendo la complejidad del tema para hacer una herramienta realmente
multi-linux (¿qué consideramos repositorios oficiales? ¿dónde se situarían
los repositorios no oficiales, necesarios para instalar lo último de lo
último? ¿se daría esta opción?), además de que sería necesaria la
colaboración de las principales distribuciones para que fuera realmente
práctico y elaborar un protocolo común a los distintos sistemas de paquetes
(rpm's, deb's, ebuilds, tar.gz ...), pero molar, molaría.
Un saludete linuxero
Ciges
2009/6/25 José Troncoso <troncoso(a)mundo-r.com>
José Manuel Ciges Regueiro escribió:
Lamento estar completamente de acuerdo.
Dejando a un lado los detalles técnicos, yo también estoy de acuerdo. Para
competir masivamente en sistemas de escritorio, la instalación de software
debería ser transparente y factible sin ser root. Hoy mismo en el Ciberpaís
hay una consulta de un usuario que instaló un programa en Ubuntu y que no
puede eliminar. Problemas como este desaniman a posibles usuarios.
La solución que he encontrado para mí ha sido
instalar siempre desde las
fuentes, u séase, Gentoo ;-), aunque seguramente Arch Linux y Crux
también
me gustarían. No hay color.
Hace nueve meses que instalé Arch Linux y creo que es la mejor decisión que
he
tomado en mucho tiempo. Es rápido y fiable, tiene un excelente soporte, y
está
siempre a la última: tengo kernel 2.6.30 y KDE 4.2.4, por ejemplo. Pero lo
que
más me gusta es lo bien que funciona el gestor de paquetes Pacman y la
gestión
del software en general, y muy especialmente el concepto de "rolling
distribution" que suprime los traumáticos "upgrades" de una versión a
otra.
En mi opinión, Arch Linux funciona mejor que Ubuntu porque se basa en la
filosofía KISS (keep it simple, stupid) y no alteran tanto los programas al
empaquetarlos. Por ejemplo, con Ubuntu siempre tenía que instalar el OOo
compilado por Sun para que me funcionara *todo* bien; con Arch Linux, uso
el
de la distro sin problemas.
Desgraciadamente, sin embargo, otra consecuencia de la filosofía KISS es
que en
Arch Linux la gestión del software, y en general del sistema, nunca será
transparente ni accesible al usuario común porque está basada en ficheros y
comandos de texto.
En resumen, en Arch Linux la instalación de software es sencilla y fiable y
no
abundan los paquetes rotos (de hecho, no sé de ninguno), pero hay que
comprender el funcionamiento del sistema y saber operar con la consola:
Arch
Linux no es la solución para "your grandmother or your average
inexperienced
computer user" que busca el autor del mensaje. Definitivamente, no. ¡Y qué
decir de Gentoo!
Un saludo,
--
José A. Fernández Troncoso
http://www.troncoso.info
Linux User #454805
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