El 3 de octubre de 2008 18:10, Alberto Barrionuevo <abarrio@opentia.es> escribió:
El Friday 03 October 2008 11:24:06 Luis Gonzalo Aller Arias escribió:

> Toy de acuerdo, lo cortes no quita lo caliente ;)... si, como dice Paul,
> las mentes peludas del marketing sacán algo que mezcle ambas cosas sin
> manchar demasiado todo, chapó ;)....

Alberto dice: No. Eso es un concepto erróneo. El mensaje estratégico lo decide la gerencia,
no el marketing.

El marketing dedice cómo transmitir ese mensaje que les ha sido encargado.

Uno de nuestros clientes, hombre por aquel entonces todo poderoso en su ámbito -o al menos, eso se creía él, ya que ocupaba un cargo muy importante y además era ingeniero de caminos (y a la sazón catedrático)- estaba seguro de no necesitar del marketing -ni de ningunas otras técnicas auxiliares de la dirección- a la hora de tomar decisiones.

Se autodenominó, no sin vanagloria, como "poli-técnico" (de político y técnico al tiempo). Y según él, tal excepcional cualidad le permitía tomar decisiones de todo tipo sin valorar consejos ni posibles opciones técnicas planteadas por quienes hubieran estudiado previamente los problemas.

Da igual el campo del que se tratase, que fuesen problemas de ingeniería de depuración de aguas o problemas de comunicación y sensibilización ciudadana (marketing social). Él decidía y decidía sólo, quizás imbuido de esa sensación que da el poder de "poderlo todo"...

Tantas decisiones tomó de esa manera que su carrera acabó truncada no mucho después, pues empezaron a saltarle muy cerca los abultados errores que acabía cometido al frente de su importante cargo. No llegó a ministro (¡con lo cerca que estuvo!) y se retiro de forma muy discreta -y cabizbaja- a su gran Cátedra (me parece recordar que en España las cátedras son vitalicias).

Esta historia es sólo un cuentecillo moral o fábula y, por tanto, cualquier parecido con personajes actuales o pasados es mera coincidencia.

Francisco Sadurní